1- No diseñar por aburrimiento.
Debemos darle una finalidad a nuestros trabajos, es bueno trabajar con diseños comerciales que puedan adaptarse para vender u ofrecer productos.
2- Buscar siempre un resultado profesional.
Comenzar practicando con elementos básicos y minimalistas es más probable que nos garantice un trabajo fresco y limpio ya que mientras menos elementos utilicemos es menos probable que nos equivoquemos o realicemos un diseño recargado que pueda ser incómodo visualmente, de esta manera obtendremos un resultado no sólo bonito sino profesional.
3- Cuida de cada uno de los elementos por si mismos y como un todo.
Para ello es necesario planificar el trabajo, bocetear en papel es una buena forma de comenzar, pensar en qué elementos vamos a utilizar y la disposición de cada uno de ellos ya que debemos tomar en cuenta que de dónde o cómo se coloquen va a depender el mayor o menos impacto visual que puedan tener, así que es bueno cuidar de cada uno de los elementos que se van a manejar individualmente y en conjunto para poder obtener un resultado final satisfactorio.
4- El papel, importante herramienta.
El papel nos ayudará muchísimo así no sepamos dibujar, el hecho de bocetear en papel nos permitirá distribuir e identificar la composición y peso visual de cada uno de los elementos, esto nos facilitará el trabajo y lo hará más rápido para luego llevarlo a digital.
5- Crear paletas de color personalizadas.
La aplicación del color es muy importante al momento de transmitir unidad y armonía entre todos los elementos de la imagen. Es bueno trabajar siempre con una paleta de color definida, es recomendable tomar colores que ya estén presentes dentro de la composición y no olvidar respetar los colores corporativos o de la marca en el caso de que se esté trabajando con ésta.